Preguntas Frecuentes

  • ¿Qué es un implante?

Un implante es una prótesis destinada a reemplazar la raíz de un/os diente/s perdido/s. Una vez el implante se encuentra integrado en el hueso, se realiza una corona para reponer el diente.

  • ¿Hay riesgo de rechazo?

No, cuando un implante no se osteointegra, no es porque el organismo lo haya rechazado, sino porque se ha producido una falta de unión por problemas de cantidad o calidad de hueso. Cuando un implante se pierde, se pude reponer por otro y generalmente, funciona sin problemas.
La tasa de éxito de implantes es de un 98-99%, lo que lo hace uno de los tratamientos más predecibles en el mudo de la medicina.

  • ¿Cuándo tengo que llevar a mi hijo al dentista por primera vez?

Entre los 2 y los 3 años es el momento ideal para llevarle al dentista porque normalmente no suele tener ningún problema dental y se puede ir orientando tanto al niño como a los padres de los hábitos alimenticios, higiene y darles pautas preventivas . Así el niño se va familiarizando con el dentista, los sonidos y sus olores y lo asocia con una experiencia positiva y divertida.

  • ¿El blanqueamiento dental es permanente?

Es importante recordar que la higiene oral diaria es una parte fundamental del mantenimiento de los resultados del blanqueamiento dental.
El tabaco, el café y otros hábitos continuarán manchando los dientes después del blanqueamiento. En condiciones normales, al año o dos años, dependiendo del paciente,un retoque con un producto de blanqueamiento dental de uso en el hogar debería mantener sus dientes con la misma buena apariencia que tenían después del procedimiento de blanqueamiento dental profesional.

¿Necesito ortodoncia siendo adulto?

La ortodoncia mejora la salud, la función y la estética, por lo que no tiene limitaciones por la edad, así tanto los adultos como los niños pueden recibir tratamiento de ortodoncia, así podrán cepillarse mejor y tendrán menor predisposición para desarrollar caries y periodontitis ("piorrea").

  • ¿Cómo puedo combatir el mal aliento?

Si bien es cierto que el olor desagradable del aliento puede estar motivado por razones muy diversas, lo más habitual es que tenga su origen en una mala higiene de la zona de la boca o en determinadas enfermedades de dientes o encías. En el 90% de los casos, el mal aliento se origina en la cavidad oral. Solamente en el 10% de los casos, la halitosis procede de otras partes del organismo.

Causas orales:

  • Acumulación de restos de comida y bacterias en la boca, lengua o dientes.
  • Enfermedades periodontales: Tanto la gingivitis como la periodontitis pueden causar mal aliento, además de otras complicaciones como retracción. de encías, inflamación gingival, sangrado, pérdida de hueso y, por tanto, caída de la pieza dental afectada.
  • Absceso dental: Es la acumulación de pus debido a una infección.
  • Caries: Se considera el segundo trastorno de salud más común después del resfriado.
  • Uso de prótesis o aparatos de ortodoncia: Tanto la placa como los residuos de alimentos se pueden acumular en todo tipo de dentaduras o aparatos que llevemos en la boca. Por esta razón, es imprescindible limpiarlos y cepillarse bien los dientes después de cada comida.
  • Boca seca (xerostomía): La escasa salivación fomenta el crecimiento incontrolado de bacterias. Dado que la saliva favorece la limpieza y ayuda a eliminar los malos olores, hay que tener en cuenta que algunas circunstancias o situaciones provocan una menor salivación. Ejemplos de esto pueden ser la respiración bucal, el consumo de determinados medicamentos –como antidepresivos-, enfermedades de las glándulas salivales, etc. Para estimular la producción de saliva se recomienda mascar chicle, beber mucho líquido (agua preferiblemente) o masticar bien la comida
  • Faringitis: Es la inflamación de la faringe, en la parte posterior de la garganta.
  • Consumo elevado de café, alcohol y tabaco.

Además de estas razones, se pueden subrayar otras situaciones en las que todas las personas podemos producir mal aliento ocasional o repentino. Esto puede ocurrir, entre otros momentos, cuando comemos determinados alimentos como ajo o cebolla crudos, por las mañanas al levantarnos de la cama, después de hacer deporte o de haber hablado durante horas. Sin embargo, este olor desagradable es puntual y desaparece en cuanto nos enjuagamos o después del cepillado.

Causas no orales o extraorales:

  • Problemas en el tracto digestivo o enfermedades sistémicas: La halitosis puede manifestar la existencia de determinadas afecciones más o menos graves como pueden ser la diabetes mellitus, las enfermedades pulmonares, renales o hepáticas así como los problemas gastrointestinales.
  • Infecciones en la zona de la nariz como consecuencia de un virus o bacteria: Ejemplos de estas infecciones pueden ser la sinusitis -inflamación de los senos paranasales- o la rinitis -inflamación de la mucosa nasal-

Cómo combatir el mal aliento

En función del motivo que provoque el mal olor, será necesario consultar con un especialista médico u otro. 

Debido a que muchas personas padecen halitosis debido a una falta de higiene bucodental, recomendamos seguir los siguientes consejos para que nuestros hábitos sean lo más saludables posible:

  • Cepíllate los dientes después de cada comida: Para completar el cepillado se debe utilizar seda dental (espacios interdentales pequeños) o cepillos interproximales (espacios más grandes), rascador lingual y enjuague. Existe mucha variedad de productos y marcas comerciales, por lo que lo ideal es probar cuál te gusta más, así como pedir consejo a tu odontólogo.
  • Acude periódicamente a la consulta del dentista o del periodoncista (2 veces al año): Así, si advierte la existencia de una enfermedad periodontal, o cualquier otro tipo de afección oral, podrá establecer un tratamiento lo antes posible
  • Visita al higienista para que lleve a cabo una limpieza profesional (1 ó 2 veces al año): Este profesional eliminará la placa que haya en tu boca, te dirá cuál es la frecuencia con la que debes someterte a la limpieza y te dará instrucciones sobre cómo realizar la higiene diaria en casa

Si después de seguir estas indicaciones no consigues quitarte el mal aliento, te recomendamos visitar al odontólogo cuanto antes para intentar encontrar una solución. Tu dentista es el especialista más indicado con el que tratar este problema. Examinará tu estado de salud general, así como tu situación oral, y valorará tus costumbres y hábitos de higiene.