Odontopediatría

La odontopediatría es aquella parte la odontología que se encarga del cuidado, mantenimiento y prevención de la salud dental del niño desde su infancia hasta su adolescencia, 16 años aproximadamente, ya que cualquier alteración sin tratar en dientes temporales, puede influir posteriormente en las piezas permanentes.

¿ES IMPORTANTE QUE LE TRATE UN ODONTOPEDIATRA?

Es el odontopediatra el que tiene la destreza para guiar al niño a través de los diferentes procedimientos dentales, con la finalidad de que acepten esta nueva experiencia sin desarrollar ansiedad ni miedo, y en consecuencia, conseguir a largo plazo que se promueva una actitud positiva frente al dentista así como una adecuada salud dental en el adulto.

La salud bucodental en la dentición de leche favorece el adecuado desarrollo craneofacial y constituye, la mejor guía de erupción para el diente permanente. Juega un rol importante en el correcto desarrollo del niño, tanto fisiológico (nutrición, respiración, fonación…), como psicológico, influye en su apariencia y autoestima contribuyendo en su salud general y calidad de vida. De modo que, durante la infancia, los dientes temporales tienen más funciones que los futuros dientes permanentes, siempre y cuando estén íntegros y cuidados.

La dentición temporal empieza entre los 6-12 meses de edad y se completa  a los 2-3 años. Este es el momento en el que se recomienda acudir al odontopediatra por primera vez. La prevención juega un papel fundamental en estas edades. El diagnóstico temprano de las enfermedades bucodentales determinarña en gran medida el pronóstico de las mismas y ayudara a un correcto desarrollo de todas las estructuras faciales.

Es el odontopediatra la persona que, no sólo conoce a fondo los distintos tratamientos, sino que, sobre todo está capacitado para manejar la conducta de los más pequeños.

Algunos de los tratamientos que pueden necesitar los más pequeños son:

  • Empastes:

La caries dental es una infección del diente; es una enfermedad bacteriana destructiva de las estructuras dentales producida por una serie de microbios que viven en nuestra boca. Las caries son, además, la enfermedad crónica infantil más común.
La caries de la primera infancia o “Caries del Biberón” puede producirse desde el mismo instante en que aparecen los primeros dientes en la boca del niño. Desde este mismo instante, pues, es conveniente empezar la limpieza bucal de sus dientecitos, que se llevará a cabo con una pequeña gasa húmeda.Sin embargo, el factor tiempo juega también un papel importante. Cuanto más se tarde en iniciar los procesos de higiene dental, más probabilidades tendrá el niño de presentar caries. La caries la ha de diagnosticar el dentista y, en el caso de los niños, el especialista en odontopediatría mediante las revisiones periódicas que han de tener lugar cada seis meses.Si son los padres los que la observan, ya suele ser tarde porque el proceso de cavitación se ha iniciado y se ha perdido un tiempo precioso. En todo caso, la primera señal es la aparición de un cambio de color en el diente que se vuelve blanquecino y sin brillo. En una fase más avanzada, se observa un borde amarillo, marrón o negro a nivel de la zona careada. En la fase más visible, aparece la pérdida de sustancia y el socavón del esmalte, que se acaba rompiendo. La destrucción del diente indica que el proceso de caries puede llevar hasta varios meses en la boca; el proceso es, pues, lento. La caries se suele iniciar en los sitios de retención de comida, por eso los molares (los que mastican y en los que es más habitual que se depositen los alimentos) son los más susceptibles de padecer esta enfermedad.Cuando la caries sólo afecta al esmalte no produce dolor. El esmalte es una estructura muy dura (tanto, que para perforarlo, los dentistas usamos unas puntas diamantadas) pero es débil frente a la acción del ácido. Sin embargo, si la lesión se extiende, acabará llegando al tejido interior del diente, que es la dentina y, en estos casos, la ingesta de dulces y las bebidas frías o calientes provoca dolor.
A medida que la infección progresa, pasa a los tejidos blandos del interior del diente (nervio), se forma pus como consecuencia de la infección y aparece el flemón que busca la salida del pus al exterior.

¡¡¡ PROHIBIDÍSIMO !!!

1. No ha de dormir con el biberón con líquidos que contengan azúcar.

2. No se le ha de dar el chupete untado en miel ni azúcar.

3. No se le han de dar zumos azucarados como sustitutos del agua.

  • Pulpotomías /Pulpectomías:

A medida que la caries progresa, pasa a los tejidos blandos del interior del diente (nervio), se forma pus como consecuencia de la infección y aparece el flemón que busca la salida del pus al exterior. Si la lesión llega al nervio y estamos ante dientes temporales se realiza una pulpotomía o tratamiento del nervio que nada tiene que ver con las endodoncias realizadas en dientes definitivos.
Cualquier infección en el diente temporal que progrese por la raíz creará una bolsa de pus que afectará al diente permanente. A veces los dientes definitivos salen con malformaciones, manchas o lesiones secundarias a la infección que tuvo el diente de leche en su día y no se trató de forma adecuada. Por ello, es un gran error pensar que, puesto que algún día se le caerán los dientes de leche, no hay que preocuparse demasiado por su cuidado. Hay que llevar a los niños al especialista en odontopediatría cada 6 meses para que les revisen los dientes y poder prevenir las posibles enfermedades que pudieran tener en sus bocas.

  • Aplicaciones de Flúor:

La fluoración, bajo control del odontopediatra, es uno de los remedios más eficaces para luchar contra la caries. El esmalte se puede reforzar y remineralizar mediante la aplicación de fluór. El flúor reacciona con los cristales de hidroxiapatita del esmalte y los convierte en cristales de flúorapatita que son mucho más resistentes a la acción de los ácidos. Según la OMS, reduce la incidencia de caries hasta en un 50%.

  • Selladores de fisuras:

Se describen como un material colocado en las fosas y fisuras más profundas de los dientes susceptibles al desarrollo de caries, actuando como una barrera física que evita el acceso de las bacterias cariogénicas. Es, sin ninguna duda, aceptado que la efectividad de los sellados para la prevención de la caries depende de su retención a largo plazo. Su retención debe ser evaluada periódicamente mediante examen visual y táctil por el odontopediatra y en aquellas situaciones donde se ha perdido total o parcialmente, los sellados deben ser recolocados para asegurar su efectividad. Las caries de fosas y fisuras representan entre el 80 y el 90% de todas las caries que afectan a los dientes posteriores y el 44% en los dientes primarios. Los sellados reducen el riesgo en estas zonas susceptibles y su colocación en niños y adolescentes ha mostrado una reducción de la incidencia de caries del 86% después de un año y del 58% a los 4 años.

La literatura sobre el tema recomienda la colocación de los sellados en dientes permanentes.-

-La colocación de sellados de fosas y fisuras en molares permanentes en niños y adolescentes es un método efectivo para la reducción de la caries.
-Los sellados no deben colocarse en dientes parcialmente erupcionados o con lesiones de caries cavitadas.
-La indicación de su colocación debe basarse en el riesgo de caries del paciente.
-Los sellados aplicados en superficies con lesiones incipientes de caries y no cavitadas pueden inhibir la progresión de la lesión, pero precisa un cuidadoso diagnostico.
-La técnica para la colocación del sellado incluye una limpieza de la superficie, un buen aislamiento y se recomienda el uso de agentes adhesivos para mejorar la retención
-Es fundamental una monitorización y un mantenimiento periódico para garantizar la efectividad del sellado.
-La aplicación de los sellados debe ser considerada como una medida complementaria dentro de la estrategia de prevención que incluirá otras actuaciones como la educación dental, el control de dieta, la aplicación de fluor, higiene oral y visitas periódicas semestrales con el odontopediatra.

  • Mantenedores de espacio:

Se denomina mantenedor a todo aquel aparato, bien fijo bien removible, encaminado a mantener el espacio que han dejado uno o varios dientes de leche que se han perdido prematuramente por causa de un traumatismo o por caries. Su objetivo es mantener el espacio hasta que se produzca la erupción del diente permanente
No deben interferir en la erupción normal de los permanente ni en el desarrollo de las bases óseas.

  • Ortodoncia Interceptiva:

Con la ortodoncia para niños se corrigen muchos de los problemas más frecuentes que tienen lugar durante el periodo de desarrollo y erupción dental, tanto en dientes de leche como en dientes definitivos.

Es fundamental controlar su desarrollo para que la erupción de los dientes definitivos sea correcta, esto se consigue mediante ortodoncia corrigiendo además problemas de huesos, maxilar, etc.

La prevención en los niños es fundamental, intervenir a tiempo puede evitar grandes complicaciones en el desarrollo del niño que condicionará su vida y que además supondrán soluciones más complejas y costosas cuando el niño sea mayor y tenga tanto los dientes como la estructura ósea totalmente desarrollada.

No sólo se alinean y colocan los dientes con brackets sino que también se pueden corregir los huesos mal colocados o dientes bloqueados que no han llegado a salir. Se corrigen casos como:

Mordida cruzada
Mordida abierta
Mandíbula pequeña o grande
Maxilar pequeño o grande
Posición dentaria, alineamiento y mordida. 

  • Traumatismos:

Los accidentes en la etapa infantil son muy frecuentes. El tratamiento para un diente temporal y otro permanenete es completamente distinto. Si tu hijo sufre cualquier tipo de accidente, llamanos enseguida y te daremos las pautas a seguir.